
La cultura dominicana existe. Y no porque sí. Existe por fuerza de una historia de 500 años formada en los sudores fulgurantes de los esclavos, la llegada del europeo a estas tierras y una mezcla inteligente del fajo de costumbres y culturas en convivencia durante cinco siglos.
El merengue dominicano es un cadencioso y alegre que ha logrado extender su brazo fuera de las fontreras nacionales y aposentarse en los salones de bailes de todo el mundo. Dentro de sus máximos exponentes contamos con las figuras de Joseito Mateoy Luis Alberti, o los contemporáneos Johnny Ventura, Juan Luis Guerra, Wilfrido Vargas, Fernando Villalona y Sergio Vargas, que han exportado nuestra música con gran éxito a playas extranjeras.
El carnaval dominicano es quizás una de las muestras más contundentes de la cultura dominicana, celebrado cada año en la confluencia de las fechas de celebraciones patrias, 27 de febrero y 16 de agosto.